La probabilidades de ganar van siempre en contra del jugador y a favor de la banca.
Explicamos los motivos hablando de las probabilidades haciendo referimiento al juego de las tragaperras, quizás el juego que lo representa de forma más clara. En el caso de las tragaperras, ya que son máquinas, sólo ‘sueltan’ dinero proporcionalmente a lo que van encajando. Si llegas en el momento justo, podrás tener la suerte de ganar. Como quieras reinvertir tus ganancias, la irás perdiendo en el 100% de las veces.
Las ruletas, otro ejemplo que es imposible ganar a largo plazo porque las matemáticas y las probabilidades no engañan. El premio es menor a la probabilidad de que eso suceda. Si apostamos a Rojo o Negro, las probabilidades serían: negro 48.64%, rojo 48.64% y 2.70%. Si ganamos únicamente doblamos nuestra apuesta, por lo que se puede ganar con un poco de suerte durante unas cuantas tiradas, pero a largo plazo, haciendo un gran número de tiradas el azar no cuenta y las probabilidades serán en contra del apostador.
En las apuestas deportivas es diferente, porque están los profesionales de un lado en contra a los trader que asignan unas probabilidades a un evento, partido, mercado o líneas de mercado. Al ser humano al determinar las probabilidades puede que cometa errores. Aunque la casa de apuestas siempre se guarda un pequeño porcentaje en todas las apuestas:
Partido de tenis Nadal vs Federer, creemos que por una serie de circunstancias ambos tienen la misma probabilidad de ganar, es decir 50%-50%.
La probabilidad real convertida en cuota sería así: Nadal 2.00 (50%) Federer 2.00 (50%)
Pues las casas de apuestas lo que harán será algo así: Nadal 1.85 (54,05%) Federer 1.85 (54,05%)
Con estos márgenes las casas de apuestas obtienen todos sus beneficios. En este caso se guardan un 8,10% de margen para ellos. El porcentaje entre paréntesis es la probabilidad implícita que marca la cuota, y se obtiene dividiendo 1/la cuota x 100, en este caso 1/1.85 x 100 = 54.05%
En este caso, apostar por alguno de los dos jugadores sería una mala idea porque las cuotas están a la par y los dos jugadores tienen las mismas probabilidades de ganar.
Ahora bien, el que pone las cuotas como he dicho anteriormente es un trader (un trabajador de la casa de apuesta), al no ser una máquina por distintos motivos o simplemente por error, coloca las cuotas de la siguiente manera:
Nadal 1.60 (62,5%) vs Federer 2.20 (45,45%)
En este caso, teniendo en cuenta que la posibilidad real de cada uno es del 50%, apostar por Nadal no resultaría rentable, mientras que apostar por Federer sería algo que saldría muy rentable medio largo plazo. Aunque ese día gana Nadal, pero si realizáramos 10 veces esa apuesta apostando 100€, perderíamos 500€ por las 5 veces que ganara Nadal, pero ganaríamos 600€ por las 5 veces que ganaría Federer, así que acabaríamos ganando 100€.
El trabajo del pronosticador es el de saber detectar estos errores. Es muy importante tener información y sacar ventaja a las casas de apuestas: tener en cuentas los problemas físicos que haya sufrido el día anterior o las bajas de jugadores de un equipo, en muchas ocasiones al trabajador de la casa de apuestas esa información se le haya escapado o ni siquiera le haya llegado y coloque un partido simplemente basándose sobre los datos estadísticos.
Una de las grandes diferencias entre un pronosticador profesional y no, está en la información conocimiento y experiencia en el mercado que analiza. En mercado líquido hoy en día la ventaja y probabilidades son a favor de las casa de apuestas porque pueden llegar a la misma información que el apostador.
Nuestro trabajo únicamente consiste en encontrar las cuotas mal puestas y el tiempo juega a nuestro favor. Mientras que el trader debe colocar todas las apuestas en unos minutos o una hora por ejemplo, nosotros podemos analizar una determinado partido y estimar el valor de la cuota, estar preparados en cuando salga la cuota y supere las probabilidades que hemos calculado.
El beneficio con las apuestas deportivas se consigue detectando cuotas erróneas o que tengan las probabilidades a nuestro favor y apostar cuando se nos presente la oportunidad.
El porcentaje de cuánto apostar según el grado de confianza (STAKE) es el otro ingrediente clave, saber invertir las cantidades correctas nos permitirá aumentar o aguantar en buenas o malas rachas.
La importancia de contratar un pronosticador profesional, es la de ahorrarte todo esto trabajo siempre que estés capacitado en hacerlo. Recibiendo una notificación y empezar a ganar con las apuestas deportivas es mucho más seguro y rentable.
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